¿Por qué este estudio?
A nivel institucional, los sistemas de salud de la región presentan limitaciones estructurales que complejizan el acceso a grupos históricamente excluidos, como las mujeres, las personas trans y otros grupos vulnerables. Situaciones como la falta de capacitación en derechos humanos y género entre personal de salud, junto con la inexistencia de protocolos adecuados para atender las necesidades específicas de estas poblaciones, fueron algunos de los elementos generadores de este ejercicio investigativo, que se propuso desarrollar un diagnóstico que expusiera las debilidades y limitaciones en las prácticas institucionales actuales.
¿Cómo lo hicimos?
Este trabajo fue desarrollado con una metodología paralela, y de manera simultánea por dos equipos investigadores: Ideas Ingeniosas, el cual abordó Bolivia, Ecuador, El Salvador, Panamá y Perú; y el equipo liderado por las investigadoras María Yaneth Pinilla y Adriana Martínez, que abordó Colombia, Costa Rica, Honduras y Paraguay. Cada equipo contó con una persona coinvestigadora en cada país, la cual hace parte de las poblaciones clave; esta característica posibilitó un abordaje mucho más acertado de las realidades y actores en cada geografía.
Se usó el enfoque de Teoría de Cambio para abordar las barreras identificadas en el acceso a la salud y tratamiento para VIH y tuberculosis (TB), el cual se centró en establecer una visión clara sobre cómo las intervenciones específicas pueden generar resultados sostenibles y medibles para las poblaciones clave. En este sentido, se partió de identificar las causas raíz de las barreras estructurales que dificultan el acceso a servicios de salud para luego diseñar estrategias específicas que aborden estas limitaciones de manera integral.
La metodología implicó cuatro procesos fundamentales: 1) La revisión de la información disponible en redes durante los últimos ocho años, incluyendo literatura gris, para identificar las barreras culturales y de género en programas de VIH y TB. 2) Validación de las barreras identificadas, con actores comunitarios y de toma de decisión en cada uno de los nueve países de investigación. 3) En un ejercicio conjunto con los actores nacionales abordados, se diseñaron estrategias orientadas al abordaje y derribamiento de las barreras culturales y de género validadas.
¿Qué resultados obtuvimos?
A partir de las estrategias construidas en este trabajo colectivo, se diseñó una hoja de ruta para cada país, la cual incluyó por lo menos cuatro líneas de acción clave, en las que se pueden centrar los esfuerzos para superar las barreras validadas. Cada línea de acción desglosa a su interior actividades específicas, cuyo objetivo es contrarrestar de manera nuclear la acción de una barrera; así mismo, se incluyen en el documento actores identificados con una injerencia importante sobre cada barrera, y se hace una relevante proyección de los costos que implicaría la implementación de la actividad. De esta manera, ALEP+PC brinda una herramienta útil y susceptible de ser aplicada por subvenciones o iniciativas nacionales, orientada a la superación de las barreras culturales y de género que alejan a muchas poblaciones de los servicios de VIH y TB en la región y complejizan su acceso.
